16 mar 2010

Kei Mouth, preparando la salida (con producción que anda excitado) y Viaje por Africa for free...

Producción excitado y rodeado...
Mientras preparábamos los bártulos para salir, ordenábamos nuestro corcél semi espacial para un viaje al más allá, e intentábamos definir puntos cardinales en el cerebelo que andaba medio por el limbo, aparecieron una cierta cantidad de niños recién salidos del colegio a seguir descontrolándonos. Se fue armando un grupete de chicos de ocho o nueve años, al que se sumaban de a tres cada treinta segundos. Atrapados por alguna especie de curiosidad que les producía la cámara, empezaron a romper el hielo y nos comenzaron a charlar.

Casi sin escalas, en el momento que vieron que los empezamos a apuntar con el lente, empezaron los gritos, los bailes a lo Michael Jackson (que en paz descanse), los desfiles de moda, las canciones, los abrazos y mucha más ternura por millón, que sumaron imágenes para otro proyecto que se le ocurrió a producción en el mismo instante y que a mí particularmente me hizo bajar la presión por algunos segundos. (Producción anda estimulado de más y piensa que está en Villa Gesell).


Mucha ternura...
Producción obligando a una nena a actuar para cámara...
Con dos nuevos proyectos surgidos en un lapso menor a 20 horas, una infinita cantidad de equipaje, y un contorsionismo muy avanzando, nos metimos al auto y definimos que nuestra partida sería en dirección hacia otro de los sitios renombrados e importantes de la provincia de Eastern Cape: Coffee Bay.

El camino por los pueblos sandwich "in between" decidimos realizarlo de forma tranquila y pausada. Esta pasividad se debía a la ya casi imperiosa necesidad de encontrar una locación con rasgos africanos bien definidos para la filmación de un video clip. Los pueblos ruteros parecían ser una buena posibilidad para esta pretensión. El tema estaba en recorrerlos muy pausada y minuciosamente. Pusimos en marcha a Blackie One y nos fuimos silbando bajo.

Belleza a lo Eastern Cape... 
Más Eastern Cape...
Apenas pusimos una goma en la ruta, los paisajes se tornaron inmensos, colosales, e imponentes. Todo lo que se veía en la periferia parecía un buen motivo para una foto. Valles, montañas, cañones, y muy coloridos y pintorescos puñado de viviendas por las diferentes laderas. Eastern Cape regalaba escenarios nuevos y muchísima armonía multicolor a nuestro recorrido. Atravesamos Morgan Bay, otros varios Bay, y no encontramos mucho más que casas alucinantes inglesas y lugares increíblemente bellos en entornos privilegiados de playa y montaña. Nada muy autóctono y apropiado para nuestros objetivos laborales, por lo que decidimos desviarnos por una ruta alternativa para intentar terminar la jornada en un pueblo llamado Qolora Mouth.

Destellos de onda sudafricana en medio de la ruta...
Hasta acá iba todo bien, pero por esas cosas de la toronja, la ruta alternativa que le contamos se corta a la noche. El causante de esta tragedia es un río que no hace más que romper las pelotas y que te obliga a vararte en un pueblo aledaño llamado Kei Mouth. La indignación de vernos en la necesidad de pagar una noche de hotel por lo tonto de nuestro comportamiento, sirvió para aumentar aún más un sentimiento de inclinación hacia el caradurismo despojado y absoluto, y para empezar a barajar la idea de no pagar más alojamiento. Nos pusimos como tope entonces gastar 25 rands por persona (3 dólares) para pasar la noche en Kei Mouth.

En donde por cierto había un solo hostal, manejado por una loca que tenía mucha cara de esquizo. Bastante quemadita y posiblemente una gran devota del hippismo y sus años felices, nos atendió con una parsimonia Paolo low battery. Hicimos una gran actuación en español confuso, con ciertas frases desorientadoras en inglés, y un increíble esfuerzo por contener la risa en cada segundo. Un trabajo en conjunto, sincronizado y perfecto, que arribó al objetivo impuesto en menos de cinco minutos y demostró una vez más que ser Argentino puede ser un gran defecto y a su vez una gran virtud.

Celebrando la victoria...
No contentos con esto, y para ahondar en la materia, fuimos con 10 rands en monedas a tratar de comprar una botella de vino a la única taberna abierta (la botella más barata de todas sale 20 en el supermercado). Hicimos de nuevo la gran confusa, al tiempo que un viejo borracho como una cuba nos perseguía, nos ponía la cara cerca, se reía, y trataba, pero no podía emitir palabras. La joda terminó con un vino de regalo y nuestra alegría de ver que se podía empezar a directamente no pagar más por nada.

Comimos, bañito, algo de orden de trabajo y una dormida tremenda con una gran satisfacción por el ahorro y la buena onda de la gente. Nada más para agregar a un día de viaje que la rompió. Nos fuimos a dormir muy excitados y bastante maravillados con esto de transformar a "Viaje por África" en una versión mejorada y futurística a la que apodaremos "Viaje por África for free". En el próximo bloque, ruta y llegada al país de los hongos. Un abrazo y gracias por leer.

La playita de Kei Mouth...
La playita de Kei Mouth bis...

4 comentarios:

  1. ¡Bienvenidos los posteos! Se extrañaban!
    Ya lo mandé a FB para segui sumando.
    ¡Felicidades por los 1000 en el Cara Libro!
    Inviten a la fiesta!

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  2. ¡Que gusto da leerlos chochamus! ya estoy pensando en funciones acá para disfrutar el osado viaje! gran misterio e impaciencia para "EL PAIS DE LOS HONGOS", ariel sacó PLATEA.

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